Verguenza ajena


 

Parlamento europeo en sesión. Que circulen estas fotos… una y otra vez… y otra….

¿Será que los mocos , producen sueño????’

PRODUCTIVIDAD EN EL PARLAMENTO EUROPEO…
¡ COBRAN 12.000 EUROS AL MES!

European MPs at work in Brussels

12.000 al mes

12.000 al mes

12.000 al mes

12.000 al mes

12.000 al mes

12.000 al mes

12.000 al mes

12.000 al mes

12.000 al mes

12.000 al mes

Y TÚ TRABAJANDO COMO UN BURRO Y ENFERMANDO POR ESTRES… Y HASTA LOS 67 AÑOS.
¡¡PANDILLA DE SINVERGÜENZAS !!

 

Una pequeña muestra mas de la inmoralidad, poca verguenza o mejor dicho, desverguenza e indignidad de toda esa recua de gentuza ke «representa» al pueblo, sea del pais que sea.
No se a vosotros, pero a mi aparte de indignarme me da «VERGUENZA AJENA»

Se os kiere panda de lokill@s! Muackssssssss!!!

 

 

 

 

1 comentario

  1. Hubo un tiempo en que uno sentía hasta iracundos arrebatos mas allá de la vergüenza ajena al visionar fotos como estas. Hoy en día, es algo a lo que tristemente ya tiene el ojo acostumbrado sin necesidad de alejarse mucho de su casa y en aspectos que no sólo atañen a la política.

    Que la política genera, entre otros, especímenes de moralidad deporable ya es una teoría conscientemente aceptada por la humanidad. Que la burocracía a medida que se agiganta se muestra cara e ineficaz, es un hecho más que constatado en la vida diaria del contribuyente. Que de la apatía y la desidía hemos creado una costumbre ajena al más común de los sentidos, es herencia buscada y merecida. Que decencia, ética y responsabilidad son vocablos entregados al olvido, es reflejo de nuestra propia alma social. Que las altas esferas son espejo dónde a mirarse vienen las menores, es principio básico del aprendizaje humano. Por todo ello y detalles más que recordar me niego. No es vergüenza lo que turba mis palabras si no la broma cínica que nada altera, ejemplo de perdida fe y triste consuelo que, en estos asuntos, a uno le queda.

    Hubo un tiempo ya lejano, en que sacrificio y abnegación, voluntad y corazón, tencidad y verdad, fueran requisitos inherentes al ejercicio de actividades semejantes a las aquí mostradas. Mas hoy día temo que cambiaron las cualidades requeridas porque otros son los fines perseguidos.

    Y si he de hacer caso a uno de mis viejos maestros, mal vamos y sin remedio. Porque cuando la cabeza no funciona, no esperes que anden bien los pies.

    Pero una cosa si diré en descargo a los afectados por estas infragantis y otras, quizás más conocidas. Pues si fuera a cualquiera de nosotros a quien su jefe le pillará en identico afán y desmedido empeño por ejercer su trabajo, dudo que al día siguiente se nos permitiera regresar, mucho menos el cobrar por no hablar de recibir prevenda alguna. Así que algo no funciona bien en nosotros mismos, cuando siendo quien les mantiene en su puesto, permitimos que sigan trabajando con fervor semejante, día sí y noche tambien.

    Porque errores todos cometemos pero enmendarlos o ignorarlos, es herencia que dejamos.

    Hale, ya se me pasó el arrebato. Ahora les toca enfurruñarse a otros. Y rebatir, siempre rebatir.

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