Dennis Ritchie y Steve Jobs

 

La muerte de Dennis M. Ritchie ha sido una de las noticias más tristes para el campo de la informática. Su contribución ha sido inmensa y ha establecido la base de la informática moderna y contemporánea. Compararla con las aportaciones de Steve Jobs en dicho campo no es más que un error ocasionado por la prensa no especializada.

Para empezar, sólo hay que ver el diferente trato a Dennis Ritchie y Steve Jobs en los diferentes medios de información. Mientras que el primero ha sido noticia de segunda categoría o ni siquiera nombrado en televisión, el segundo ha sido el anuncio de la muerte de un gran genio. Sólo hay que ver la siguiente imagen para comprobarlo.

 

En este ejemplo de El Mundo se ve que Dennis Ritchie aparece como noticia de segunda categoría nada más conocer su muerte y Steve Jobs aparece en un recuadro al lado destacando el homenaje por su muerte donde ya se destacó en primera página cuando ocurrió. Y no sólamente pasa con El Mundo, también ocurre con la práctica totalidad de los medios.

Es normal que la noticia de Steve Jobs tenga más repercusión. Ha sido un personaje público y el mejor CEO de los últimos años. La cuestión es que a Steve se le atribuyen demasiados méritos tecnológicos recayendo en el olvido la aportación de Dennis Ritchie. Nadie pone en duda la capacidad de Steve Jobs como director ejecutivo, pero el tener que soportar comentarios de gente “entendida” de que Steve Jobs ha sido el mayor contribuidor al mundo de la informática me deja realmente triste.

Sólo me queda el consuelo de que la comunidad experta sabe reconocer los hechos y que el padre de C y cocreador de UNIX es y siempre será uno de los más grandes de la informática.

1 comentario

  1. Una noticia muy triste y que conste que me acabo de enterar.
    Como curiosidad … yo me adentré en el mundo de la informática gracias a este señor, estudiando el lenguaje de programación C, sin saber que me terminaría gustando tanto este mundo.
    Jesús, ten en cuenta que mientras haya quien lo recuerde no morirá jamás.

    Un beso enorme.

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